viernes, 5 de septiembre de 2008

Vamos a dejar de lado la tristeza





ADOLESCENTE FUI...

Adolescente fui en días idénticos a nubes,
cosa grácil, visible por penumbra y reflejo,
y extraño es, si ese recuerdo busco,
que tanto, tanto duela sobre el cuerpo de hoy.


Perder placer es triste
como la dulce lámpara sobre el lento nocturno;
aquel fui, aquel fui, aquel he sido...
era la ignorancia mi sombra.


Ni gozo ni pena; fui niño
prisionero entre muros cambiantes;
historias como cuerpos, cristales como cielos,
sueño luego, un sueño más alto que la vida.


Cuando la muerte quiera
una verdad quitar de entre mis manos,
las hallará vacías, como en la adolescencia,
ardientes de deseo, tendidas hacia el aire.

1 comentario:

  1. En "Antes del fin", las memorias de Ernesto Sábato, encontré esto:

    Adolescente sin luz,
    tu grave pena llorás,
    tus sueños no volverán, corazón,
    tu infancia ya terminó.

    La tierra de tu niñez
    quedó para siempre atrás
    sólo podés recordar, con dolor,
    los años de su esplendor.

    Polvo cubre tu cuerpo,
    nadie escucha tu oración,
    tus sueños no volverán,
    corazón,
    tu infancia ya terminó.


    Charly García, otro argentino, esperanza a los jóvenes en el concierto de despedida de Sui Géneris: "Bueno, bueno, no se quejen, chicos: ya vendrán tiempos mejores".

    Y ya vendrán, Gabriela.

    Que siga lloviendo sobre mojado mientras tanto.

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