jueves, 12 de marzo de 2009

Confesiones

No me gusta leer, duermo mucho, como mucho, fumo mucho, reniego mucho. No me gusta leer. Gasto más del dinero que debo en libros que, obviamente, nunca leeré. Escribo y tomo muchas fotos que no muestro porque me da cosa, pues. Aunque a veces no.

No me gusta leer. Oigo mucha música y veo muchas películas, pero no me gusta leer. Me gustan los chicos manos y uñas bonitas. y que no les guste leer, obvio.

No me gusta leer. Me como las uñas y camino descalza. Amo la luna y las estrellas.

Cierto, y no me gusta leer.

6 comentarios:

  1. Eso es una paradoja muy incierta ¿sabes?, pero en fin, creo que es la manera poco original de expresar tu desapego a la lectura ¿no?

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  2. ¿Las paradojas pueden ser poco inciertas? ¿Ciertas? ¿Irrefutables?

    Ay, Gabriela. Escribe como te dé la puta gana. Y lee si quieres, si te vuelve a gustar. Si nunca te dejó de gustar. Sé como quieras ser, obedece a tu sed.

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  3. No es que me dasagrade leer, pero hay momentos en que la lectura se vuelve una simbiosis ágil, apagada y sin cambios asombrosos.

    Creemos vínculos de verdad, como pidió el zorro al Principito.

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