No me gusta leer, duermo mucho, como mucho, fumo mucho, reniego mucho. No me gusta leer. Gasto más del dinero que debo en libros que, obviamente, nunca leeré. Escribo y tomo muchas fotos que no muestro porque me da cosa, pues. Aunque a veces no.
No me gusta leer. Oigo mucha música y veo muchas películas, pero no me gusta leer. Me gustan los chicos manos y uñas bonitas. y que no les guste leer, obvio.
No me gusta leer. Me como las uñas y camino descalza. Amo la luna y las estrellas.
Cierto, y no me gusta leer.
Se nota.
ResponderEliminarEso es una paradoja muy incierta ¿sabes?, pero en fin, creo que es la manera poco original de expresar tu desapego a la lectura ¿no?
ResponderEliminarclaro, solo lees porque está de moda.
ResponderEliminar¿Las paradojas pueden ser poco inciertas? ¿Ciertas? ¿Irrefutables?
ResponderEliminarAy, Gabriela. Escribe como te dé la puta gana. Y lee si quieres, si te vuelve a gustar. Si nunca te dejó de gustar. Sé como quieras ser, obedece a tu sed.
No es que me dasagrade leer, pero hay momentos en que la lectura se vuelve una simbiosis ágil, apagada y sin cambios asombrosos.
ResponderEliminarCreemos vínculos de verdad, como pidió el zorro al Principito.
soy una mentirosa compulsiva
ResponderEliminar:)