domingo, 5 de abril de 2009

Bicicleta, café.

Dos días en la vida nunca vienen nada mal
De alguna forma de eso se trata vivir.
Domingo de cortinas abiertas. De Comercio y Perú.21 sobre mi cómoda. Domingo de levantarme a las 10 de la mañana, de percatarme que, nuevamente, no hay nadie en casa.
Miré el calendario. Han pasado 2 meses.
Sirvo un poco de agua en la taza naranja, la de los recuerdos, la que no te llevaste. Y preparo el café de la mañana. Cargado y sin azúcar. Al terminarlo me empezó a arder el estómago. Han de ser esos dos meses que ya empiezan a pesar. Han de ser los planes ideados en la hora que duró el trayecto desde allá hasta acá. Han de ser los planes que se vinieron abajo cuando desperté y supe que era lo que tenía que hacer.
Hoy he salido a manejar bicicleta, cámara en mano, celular en el bolsillo izquierdo del short. Polo de tiras y cabello suelto.

2 comentarios:

  1. Para capturar la efimeridad, de a mentiras siquiera.

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